Una de las funciones más habituales del retoque fotografico es la restauración de fotografías dañadas.
Para eso basta con escanear una fotografía y con el fichero resultante (cuanta más calidad mejor) lo
manipulamos en el GIMP.
Las herramientas a utilizar son, sobre todo, "sanear" y "aerógrafo". El "tampón de clonar" se utiliza a veces, pero no es lo usual.
Ejemplos:
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